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Mostrando entradas de septiembre, 2010

8.06.18 (088) - Ask Me No Questions

Bridget St John

Letra!


Tengo un arrebato últimamente cuando paseo con mi iPod de vuelta del trabajo. Es un dedo; dedo que apunta a un recuerdo y a varios "podría ser", abstracteces que se estiran por mi mente hasta cubrirla entera, poniendo encima cubiertos, platos de plástico y sandwiches para el almuerzo. Y en este picnic hay hasta hormigas que neuronean y hurtan migajas de ideas, surgiendo una cosquilla. ¡Y claro que da risa! La cosquilla en mi imaginación es como mi megalomanía bohemia de toda la vida, pero esta vez sobre un mantel de cuadros, con bricks de esos de zumo de 330 ml y la inmensa alegría del otoño como plato principal.

Meriendo canciones que hablan de meriendas, y en general todas las canciones que te pondría para merendar. Zampo discografías porque quiero dártelas de probar, soñando probar de las tuyas, a ver quién es el primero que no puede más y con la boca llena dice Pim-Pam-Plona hasta que se le salgan Los Ginkas de la boca.

Y sueño que al recoger lo metemos todo en una cesta y nos lo llevamos todo corriendo a casa. Porque va a llover. Pero aunque tenemos un paraguas filmográfico para protegernos de esta lluvia todo me falla cuando tengo el momento de estirar el brazo y decirte: "Ven conmigo". Ni en sueños me creo que te vaya a convencer.

8.06.17 (087) - Septiembre

Niza

Letra

Es como esos muñecos tan Mr. Potatonianos a los que les regabas y les crecía pelohierba en la cabeza. La casualidad vino con una pipeta y me sembró una persona. Lo que pasa es que la gente tiende a crecer hacia el interior del cuerpo, desde la realidad al subconsciente.

En mi caso, como eufórico que soy, en seguida se me nubla la visión porque la persona al crecer su cuerpecito me tapa los nervios ópticos, se apodera de mis ideas y asoma la cabeza por la mia constantemente. Ansiedad que nutre y alimenta.

Y ahora estamos en tiempo de barbecho. Cuando pasa un tiempo y la frustración hace cambiar la ansiedad por resignación es cuando miramos a las plantas que están secas y pensamos ¿Estaba tonto yo?

Pero no siempre es así... No todo se pudre. A veces te encuentras con una persona adulta nadando por tu mente, por tu subconsciente. Ha llegado al centro del cerebro y se ha soltado del cráneo para nadar durante toda la eternidad por el éter de los recuerdos, la melancolía y la imaginación.

Hoy, al mirarte a los ojos he saltado al oscuro agujero de gusano que hay dentro de su inmensa oscuridad y me ha engullido en un viaje hacia mis propios sentimientos. Y ahí estabas tú, tan hermosa y dulce, sonriendo hasta cortarme la respiración, atándome todos los besos que nunca te he dado en un nudo a mi garganta. Y entonces olvido cómo abrazarte. No, espera. Recuerdo cuánto me gustaba abrazarte. Lo que olvido es cuánto duele.

8.06.16 (086) - Sólin Mun Skína

Rökkurró

Todos tenemos derecho a que se nos salgan los ojos de las órbitas y a caricaturizar en aullidos internos la sangre (referencia nipona) saliendo a borbotones por la nariz. No hace falta decir lo delicioso que puede llegar a ser el cuerpo humano. Pero a veces parece mentira que se haya creado un estándar superficial y la gente encima lo considere universal.

Lo que a mi más me gusta rara vez se me complace en el cine, la televisión o la publicidad en general. Y exijo mi derecho a cansarme y extasiarme de la voluptuosidad que desee. En el cine por ejemplo hay poco que destacar: Scarlett Johansson en Scoop, Mia Lyhne en The boss of it all, o Charlotte Gainsbourg en La science des rêves. Poco más.

Volviendo al mundo real, me gustaría tener permiso para retar a quién me de la gana a un duro pulso con la mirada para comprobar las diferencias entre ambas pupilas cuando éstas no son reflejos del mismo espejo. En general, la antisimetría es bella.

Algo que me encanta también es hundir las falanges en los sacos de pelos, suaves y mullidos, de las leonas más exuberantes que conozco. Y perder en el buceo las yemas de mis dedos. De la nuca a la parte superior del cráneo quiero arar yo mismo la cosecha. Recolectar el olor del Fructis o lo que sea que haya nutrido esa selva negra.

También tengo que aprender es a provocar más sonrisas. De esas tan risueñas y vergonzosas que alzan la vista al cielo y acaba atardeciendo sobre las mejillas, en dos semicírculos de abrumadora ternura. Ser un buen maestro de la comedia a cambio de una definición mejor que la del diccionario de la palabra "risueña".

¿Y qué decir del filtro labial, y unas grandes mejillas con la nariz a juego? O de unos michelines almohadísticos (De almohada) y mucho mejor puestos que unos aburridos vientres planos. Y de lo dificil que es sobrepasar el metro setenta sin ponerse deforme. O simplemente demasiado grande. ¡Que las palabras japonesas "kawaii", o la inglesa "cute" sean las mejores para definir una buena belleza! Y aprender que el Photoshop mejora las fotos, no a las personas.

Hay mucho que decir, la verdad. Pero espero que no me hagáis mucho caso. Que me gustaría seguiros sorprendiendo con esta sencilla honestidad.