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Mostrando entradas de junio, 2020

11.07.03 - Apariencia de serpiente [Arca - Afterwards (feat. Björk)]


Amanece un nuevo verano. El más restringido, y por tanto, el que acarrea más ganas de sentirse libre. 

Poco a poco vamos recobrando los miembros agarrotados. De lo tosco a lo solar. Con ganas de mirarse en los azulejos y de expandirse por cada nuevo adoquín. Estar, no, ser parte de la remodelación de la Plaza del Ayuntamiento.


No sé cómo podremos afrontar esta nueva misión. La difícil tarea de Ser por encima del Aparentar. Nos acostumbramos a la implosión, y ahora nos escudriñan de nuevo los ojos ajenos. Quiero dejar que me seduzca la serpiente. Aunque me vuelvo a sentir insuficiente y fuera de lugar, también tengo ganas de que me desnuden y de ser leído a deshora. Marcar la página con la lengua. Hasta que me devuelvan la mirada las víboras. Tengo ganas de cometer el mismo error y volver a intentar aprender a bailar.


Sé que me repito, pero peor sería no fotocopiarse. Así que ya toca reencontrar el tesoro de las diez mil palabras. Con el mapa de la espuma y la brújula de las farolas. La calle ya apesta al hedor propio del calor veraniego. Saludemos al 2020. Segundo intento.

11.07.02 - Consigna: Objeto de deseo [Káryyn - Segment & The Line]




Es la hora de la cita diaria con la decepción. La realidad ha fracasado otro día. Lleva años de ausencia. Son las 10 de la mañana y ya me pregunto qué podemos hacer para salir de esto.


Hemos estado aquí varias veces, pandemia o no mediante. El bloque de edificios de enfrente tapa el amanecer, y la contaminación lumínica bloquea el saludo a las estrellas. Las letras industriales del rock desde finales de los 90 ya no solo describen una coyuntura, si no que representan todo un estado de ánimo. Entre el eclipse de hormigón y George Orwell como trending topic; una y otra vez. 


Pero ya está bien. Hay que mirar las cosas con optimismo. Este año solamente está siendo ligeramente más nefasto que el anterior. La miseria es subjetiva. El estupor al leer estas palabras no está escrito en este texto, si no en la mente del lector. Ya hay un anuncio en televisión que ha resuelto todos nuestros problemas y que ha decidido que los hemos superado más fuertes y unidos que nunca. Celebrémoslo, que eso seguro nos traerá salud mental.

11.07.01 - El imperio de lo abrupto [VVV - Ataque de pánico en la sierra]


Somos seres de paz mirando la destrucción del fuego, buscando en ella la paz de la naturaleza y el viento. Lo mismo que hacemos cuando sonstenemos un kilo contra el pecho, entre Ōe y Celine. Y luego nos preguntamos cómo es posible la vida más allá de la órbita de los ansiolíticos, aunque nos sabemos incapaces de asimilar ninguna respuesta. Solo parecemos seres de paz; en realidad somos nómadas perdidos entre nuestra inocencia y en nuestros sueños. 

Y aún así nos hemos pasado casi tres meses estáticos. Sorprendentemente ha muerto en nosotros mucho menos de lo que esperaba. Creo que esto demuestra la existencia un demiurgo en nuestro subsconsciente que nos lleva siempre hasta el límite, pero sin dejar que nos matemos. Más o menos, el mismo demonio que tanto alaba el capitalismo. Tan beneficioso para otros, y tan tóxico para nosotros. Nuestra contradicción congénita, ignorada por un sistema que se lava las manos cuando carece de soluciones para los problemas de una minoría como otra cualquiera. 

La sensibilidad y la introversión, más que excusas, son mecanismos de defensa. Sabemos que volveremos a moveros y a rompernos. Llevamos embutida la hiperactividad. Todo movimiento es un crecimiento, y todo crecimiento lleva a la ruptura. ¿Y qué pasará al final, cuando busquemos nuestro lugar? Que rezaremos al Dios de las terrazas y de los Restaurantes Ricos como cualquier otro ser integrado en el sistema. ¿El retiro era adictivo? Al final todos nosotros hacemos lo mismo, aunque nosotros hacemos un imperio del arte de buscar el equilibrio entre nuestro mecanismo de quietud y la oscuridad de la noche.