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7.02.07 (027) - Cajita de música

Untitled I - Vaka


Te gusta ajustarte las gafas y apretarlas contra la nariz. Te va a quedar la marca y me pasaré la noche observando como desaparece...
2317 segundos. 2317 pulsaciones.
¿De verdad quieres saber cuantas veces he cambiado el color de tu piel con mis labios?
Cuando montes conmigo en un carrousel no intentes abordar mi caballo. Me esconderé en la noria huyendo de tus abrazos. Solo cuando estemos en lo más alto podrás besarme. Luego tenemos que tirar todas las hojas de aquellos libros desde ahí arriba: tenemos una historia mejor que contar.
Ojalá lloviesen limones tras ese día. Sé que lloverá de verdad y si aquellas historias han de morir, por lo menos que se vayan con un buen sabor de boca.
Algún día descubriré tu sabor de buena mañana. Creo que ya lo hago solo con rozarte la piel. Pero no pienses que alguna vez podré conformarme solo con eso.
No quiero nada, pero lo quiero todo. Es algo insaciable, lo siento, te siento, como una necesidad. Procura que este círculo vicioso siga dando vueltas que sea una espiral hacia ti o enloqueceré.
Deseo tardar 10 horas en recorrer tu pecho.
Prefiero el ascensor a las escaleras: con suerte podemos quedarnos atrapados.
¡Te juro que es casualidad que por haber tardado 2 horas en probarme esto nos hayan encerrado dentro!
Lo mejor del invierno es que en tus abrigos entran dos personas.
Me prometiste besar al ritmo de una canción y escogí el Bolero de Ravel. Una versión ultraextendida además.
Perdí la cordura cuando até tu lengua con mi mirada aquella noche. Llevaba demasiado tiempo hinchando mi corazón con tus miradas, y tenía que reventar de alguna forma. Pensaba que dejarías descansar a mi cuerpo con tu bombardeo constante de palabras... Cuando noté tu lengua bajando por mi ombligo hacia abajo que nunca lograría hacerte parar. Que suerte.
Aunque me avergüenza no poder controlar el arqueamiento de mi espalda cuando he perdido el control, tus bailes por ella con los dedos, por la autopista de mi columna, me hacen soñar con quebrantar cualquier ley del universo sobre la velocidad.
Lo mejor de frenar es un impacto brusco contra tu cuerpo.
Lo mejor de la noche es cuando hay tan poca luz que solo veo con claridad una pequeña parte de cuerpo y eso me permite dividir mis sentimientos a una cifra que soy capaz de comprender. El amor entero es infinitamente incomprensible.
Tengo violentos ataques de asma desde que pienso que pasará si te irás.

Í Gær (Ayer)


No sé porqué me gusta cuando me abrazas y me cuesta respirar. Me parecia injusto que el cuerpo no pueda sentir las cosas con la misma intensidad que el corazón.
Te abrazo porque es la única forma de comerte de una sola vez.
Tu voz suena tan rotunda. Y solo tartamudeabas porque te miré a los ojos.
¿Cómo logras que tenga la colección mas grande de recuerdos que pueda existir?
Nunca me canso, ¿tus labios desprenden formol?
Experiméntame.
Tu último experimiento fue todo un éxito. El mundo de la razón me aplasta la cabeza diciéndome la hora que es, pero mis brazos no tienen ni la intención de pensar en despegarse de ti.
Cuando besé aquella gota de absenta en la comisura de tus labios no sé si fué ella o tus labios quien me emborrachó tanto.
Entiendo porqué sacas tantas fotografías. Cuando pierdo de vista tus ojos no soy capaz de apreciar los colores.
Miramos juntos al futuro, y nos tiene miedo.
¿Ya es mañana? Yo quiero que sea siempre "hoy".
Me gustan nuestros días de 32 horas
¿Que porqué grito como Tarzán cuando hundo mis dedos en tu pelo? ¿Sabes con la rapidez y energía que me lleva a otro mundo?
Cuando me autocompadecía pensaba que mi corazón estaba lleno de cráteres como un satélite, pero ahora me arde como una estrella. Amor astrofísico.
Soy la primera astronauta que nada por el espacio directa hacia el sol.
Cuando me besas me quema la ropa por dentro.
Cuando me desnudas me río porque no sé que hacía con esa ropa puesta teniendo tu piel.
He descubierto tantos caminos en tu piel... Me desoriento con facilidad, tendrás que esperar.
He descubierto mi corazón latiendo en todos los objetos de tu habitación.
Pintaste la pared de la habitación cada día de un color distinto según la forma en la que te daba el primer beso de cada día. ¿De verdad hemos creado colores que solo han existido en tu habitación?

Enfado y abrazo son antónimos.
Mi error es perdonarte hasta antes de que hayas metido la pata.
Aunque te equivoques me haces sonreir ¿que más puedo decir?
Error: Todo va bien
Mi diccionario son las 1.001 formas distintas que tienes de respirar.
Resumiste todo en una palabra: me abrazaste, me besaste y se me escapó un poco de aire de los pulmones.
Y ese gemido no viene en el diccionario y es la palabra más importante de todas.


All Alright (Todo bien)


Para Extraterrestra, Pollo, Herzeleid, Mermelada, Venus, Vinila... y para lo que fué Fragmentos

7.02.06 (026) - Cantos rodados

Sæglópur (Perdido en el mar)

A la arena le gusta comerse mis pies cada vez que doy un paso. Luego llega la marea y me hace cosquillas. Me gusta sentir esto mientras la hoguera debora todos los apuntes de mi último año. Sé que los tendré siempre a mano, por si acaso, pero lo que de verdad he aprendido, no está escrito en ninguna parte en este planeta. En ninguna parte.

Me encantó la idea desde el primer momento. La verdad es que no sé si tiene mucho sentido, pero se supone que así lograremos que nos hagan caso, que se fijen en ellos y en lo que queremos hacer por ellos y nos ayude álguien de una vez. La gente está tan ciega...

Comenzamos nuestro viaje en esta playa, y pronto comenzamos a remotar el río cantando todas las canciones que nos sabíamos. Al final cada jornada se volvió temática sobre un autor. Recuerdo el día de Drexler porque llegamos a una pequeña aldea cerca de la frontera donde todavía no tenían siquiera electricidad, pero todos se veían tan felices... Al parecer solo se podía llegar caminando por el río, como llevábamos 3 días haciendo, y eramos los primeros visitantes en mucho tiempo (aunque si se relacionaban con la gente de otros pueblos cercanos). Ni nos llamaron turistas, simplemente eramos durante unas horas unos vecinos más. Creo que aprendí mucho de la sabiduría de esa gente pacífica perdida camino a la montaña. Aunque hecho de menos muchas cosas, a veces pienso en toda la amabilidad que puede haber entre tanta... sencillez. Aquí no existe el tiempo, como que en Occidente, solo que aquí aún vive, no como en las grandes ciudades del mundo donde parece que lo hayan asesinado.

Llegamos al gran lago tras este viaje de ocho días. Todos nos desnudamos y empezamos a nadar y bucear en él. Tal vez tras tanto caminar no nos sobraban las fuerzas, pero estabamos felices de haber llegado y haber disfrutado tanto con el viaje.

Cuando me sumergía completamente en el agua, volviamos a estar juntos durante un instante. Tu cuerpo era el fondo del lago y fluias hasta el mar.
Tenías razón y era el río más precioso que existe. Para mi siempre tendrá tu nombre.

Gobbledigook
((*Link al video original, que no se puede poner porque contiene desnudos))


Para Cristina.

7.02.05 (025) - Arco

Ára bátur (Barca de remos)

Llevan siglos hablando de ella, siglos, y aún no se han dado cuenta. Cuando atravesó con su caballo a todos los que allí estaban, esquivándoles sin rozarles, con su pelo de casi metro y medio de largo moviendo el aire en torno a sus cascos, nadie sospechaba que era a quién habían estado esperando, a quién tantos rezos, plegarias y ofrendas habían ofrecido. Algunos hasta pensaron que se trataba de una loca q ue se había perdido o que buscaba a su amante que había partido sin avisar hacia la batalla.

Cuando llegó junto a él recogió el final de su cabello con ambos brazos y lo abrazó contra su regazo mientras se disponía a oirle hablar atentamente. Él, tranquilizado al verla a su lado, aunque temeroso de que algo de lo que fuese a pasar fuese peligroso, comenzó el discurso como siempre: abrió la tierra en dos, hizo brotar un par de boababs cerca de él y abrió un rayo de luz desde la tierra al cielo. Luego apuntó con su espada al raya e hizo el ángulo necesario para que este se desviase hasta las negras piedras de la fortaleza. Pronto, todas las nubes descendieron velozmente por el cielo, congelando y llenando de escarcha la poca hierba que había por el suelo, y al chocar con la primera de las murallas, estas se deshicieron como si estuviesen hechas de galletas de hielo. No hubo necesidad de gritar, pronto todos salieron al ataque.

Los primeros escudos mágicos repelieron a los más kamikazes, mientras que los que por el contrario eran demasiado cobardes, veían como un ataud de tierra les engullía por quedarse quietos en aquel suelo maldito. El exceso de entusiasmo o la falta de valor eran castigados por el ejercito enemigo con demasiada facilidad. Los poderosos hechizeros de la torre Este no tenían piedad de ningún gerrero, pero ella, ella avanzaba con paso lento y firme, ataviada por su precioso vestido blanco, arullando su pelo todavía contra tu regazo, hasta que su negro color empezó a resplandecer en medio del día, hasta que se hizo de noche en apenas un instante, como si el sol hubiese estallado sin avisar y solo hubiese quedado la luna en su lugar. Entonces lo dejó caer hacia su espalda, y este volvió a extenderse por la incercia, como cuando cabalgaba sobre aquel caballo, y las estrellas comenzaron a descender del cielo hasta él. Ella empezó a conjurar su canción milenaria mientras seguía andando hacia la fortaleza.

Su cabello, las estrellas y las piedras bajo sus pies descalzos empezaron a brillar hasta que el conjuro acabó tranformando toda aquella matería en un arco plateado gigante, con un hilo tan tenso que podría cortar el tronco de cualquier árbol solo con atravesarlo volando, y con un arco tan robusto como cualquier piedra de un mineral muy denso. La flecha que creó poseía propiedades que solo se podrían encontrar en cuerpos celestes de otras galaxias, y en ese momento solo tuvo que respirar fuertemente, adpotar la postura de un arquero, y este se adaptó a su cuerpo sin más. Los brujos enemigos lo veían venir, y no les costó trazar una barrera que cubriese toda la torre. Creían que sabían lo que iba a pasar.

La torre Este estaba envuelta en aquella burbuja negra que era imposible de transpasar con casi cualquier magia del planeta, pero entonces ella, en vez de soltar la flecha con su mano derecha, dejó de agarrar el arco con su mano izquierda y este salió disparado como una jabalina, adquiriendo una forma alargada y atravesando el aire a gran velocidad. El arco impactó contra la barrera, de lleno, justo en lo alto de la torre, donde estaban todos los hechizeros, y produjo un gran estello blanco. La búrbuja de oscuridad tembló y desprendió una energía tal que tiró al suelo a todos los que combatían cerca de las murallas, pero ella a penas lo sintió como una débil ráfaga de aire. Luego, aprovechando la confusión, y aún con la postura de sujetar la flecha, llevo su mano hacia sus labios, y sopló entre su dedo índice y el pulgar. Ziup. La flecha salió disparada hacia la base de la torre mientras el destello de la explosión del arco con la burbuja oscura se disipaba. Cuando los hechiceros quisieron darse cuenta, ya era demasiado tarde, la flecha brillaba cada vez más y acabo impactando contra la base de la torre Este. La implosión convirtió al instante la base de la torre en polvo y esta se colapsó sobre si misma, y mientras se derrumbaba, también lo hacían las defensas del castillo. De nuevo, en pocos segundos, la oscuridad de la noche desapareció convergiendo en sus cabellos, que aún volaban sobre el suelo, y cuando de nuevo amaneció volvió a abrazar su pelo contra su vientre.

Era ella, a la que tanto habían estado esperando, la mujer que había acabado con la Guerra de los Tres Siglos en solo tres minutos. Ella giró su cabelza, le miró, cerró los ojos, sonrió y desapareció.

Olsen olsen


Para Luthien Haruhi.

7.02.04 (024) - Tierra

Starálfur (Un elfo mirando)

Quema, quema con mucha fuerza, y lo sabes, pero te da igual. Quieres hundir el pie en la nieve lentamente y quieres que te queme un poco los pies. Quieres respirar hondo y sentir luego la hierba y la tierra colándose húmedas entre los dedos de tus pies. Quieres dejar tu huella en los 30 centímetros de nieve, casi toda tu pierna desnuda, y luego volver corriendo a casa, junto a la hoguera, y recordar lo que ha pasado ahora frente al fuego.

Estiras un poco los brazos observando la falda de la montaña y como caería una hipotética bola de nieve rodando y haciéndose cada vez mas grande, agarrando toda la nieve que se encuentre a su paso hasta que estallaría contra algún árbol. Te dan ganas de imitarla, pero en vez de eso te concentrás en sentir la brisa que bordea la montaña y hundiendo un poco más tu pie en el suelo, agarras con los dedos un poco de tierra.

Saltas, subes las escaleras y entras en casa. Vas corriendo hacia la alfombra frente a la chimenea y posas tus piernas desnudas sobre ellas apoyándote de perfil en el suelo, con tus caderas y tus rodillas en el suelo, apuntando con los pies hacia la hoguera. Te echas una manta sobre la camiseta de tu pijama y tratas de abrazar todo el calor que puedes. Sabes que falta poco.

Efectivamente, pocos minutos después, baja él (siempre tan perezoso), y vuelve a observarte de arriba a abajo. No sabe si admitir "estás preciosa con el fuego besándote tus precisoas piernas tan de buena mañana" o si sorprenderse "¿De nuevo has vuelto a entregar tu cuerpo, durante un minuto, a toda la montaña?". Lo mejor es hacer ambas cosas, y lo sabe. Admite tu belleza pasando a tu lado y yendo hacia la cocina sin dejar de mirarte (y casi golpeándose con la puerta). Tu sonries sonrojada y satisfecha, asegurándote que tus pies ya están bien, pero de pronto él aparece con una bola de nueve y mirándote desde arriba la deja caer entre la manta y tu cuello. Intentas temblar y te sobresaltar por el frío del hielo resbalando por tu pecho, pero él salta sobre ti, te abraza, agarra tu espalda, huele tu pelo, respira del calor de tu pecho latiendo a mil por hora lleno de hielo, y lentamente con la yema de sus dedos te aparta los cristales de nieve de tu piel. Cuando tu piel esté seca, el estará preparado para mojar tu corazón a besos.

No hay mejor forma de emepzar el día, un buen saludo antes del café y el tacto de la tierra entre tus pies.

Glósóli (Sol resplandeciente)


Para San.

7.02.03 (023) - Trigo

Ágætis Byrjun (Un buen comienzo)

Flotas en el Balcón del Movimiento y te rodea por ambos lados un extenso trigal. El viento mece los cereales con parsimoniosa suavidad, mientras que tú, agarrándote a la barandilla del balcón, lo sientes respirando en tu cara. Con el pelo volando y la falda bailando contra el viento cierras los ojos y dejas que el atardecer te queme mansamente las mejillas. Satisfecha, respiras profundamente y vuelves a tu camarote del vagón.

A pesar del viaje decidís salir esa noche, porque esas calles adoquinadas, esas farolas negras encorbabas brotando de las paredes, esas luces de feria de verano, te estaban llamando a gritos y no podías silenciarlas ni un segundo más. Vais juntas a un sitio del que habeis oído hablar, muy cerca del albergue, un lugar de trotamundos, de aventureros como los que ya no hay, de tiempos pasados, de reminiscencias de una batalla que aún se libra aunque ya perezca olvidada. En la era de la apatía en ese lugar se respira libertad como hace ya casi 40 años que no se respira en ninguna parte, porque estando allí te das cuenta que todo el mundo ha cambiado, todo menos ese local. Hasta su música suena distinta, los guitarristas parecen bailar tango sobre las cuerdas y claquet sobre la madera, los tambores parecen ser unas camas elásticas que hacen saltar al mundo con cada golpeo. La voz cascada del alegre hermitaño, la dulce voz de la joven que está realizando el viaje de su vida, el dueto que aquel tipo con sombrero cantó a contraluz se te graban en los oídos como cuando tu canción favorita hace chisporrotear tu mp3 de placer. Preo aquí no existe ningun material anómalo de por medio, el aire, el ambiente y la determinación de todos los presentes te atraviesa la piel, respiras por la piel cuando hinchas el pecho. Se acerca la gente a hablar contigo y tu no sabes como definir la amalgama de sonrisas entre "disfrutar" y "alucinar".

El pintor del cuarto taburete os ha invitado a retrataros bajo la luna, a que seais una entre los tejados, recién salidas de una ducha emocional usando el inofensivo humo de las chimeneas como cortinas de ducha. Te gusta observar como cruje las manos al hacer girar su pincel entre su índice y el corazón y luego entre el índice y el pulgar, no puedes evitar estremecerte cuando los nudillos se le afilan, como los grandes puertos de los Alpes en el horizonte, cuando parece que va a asestar el golpe definitivo a vuestro retrato, pero en realidad traza una corta y tenue línea para ir cambiando a un color más apropiado el tono de tus mejillas. El sudor que le resbala por la frente le pega algunos cabellos a esta y a una de sus cejas mientras que el resto cae sobre su ojo, un ojo a ratos perdidos en la obra y a otros directamente en tu corazón. Te agarras la falda y cruzas las piernas, y cuando la buscas a ella con la mirada te das cuenta de que lleva un rato hablando con álguien en la azotea de al lado, y lo que ahora es pintado es el vivo retrato de tu nerviosismo, has sido movimiento, música, espectadora de cuentos de libertad y ahora eres un cuadro en una oscura noche europea.

Tu mirada está totalmente perdida en el cosmos cuando tus labios tiemblan mientras los traza. Tú quieres salir mirando frente a frente al destinto, al Tiempo, a las Estrellas o al universo, él, simplemente, te besa.

A la mañana siguiente duermes sobre el vagón del tren abrazando un liezo enrollado contra tu cuerpo, con el sol calentándote la cintura y las piernas, navegando en una lancha motora sobre otro basto trigal.

Heysátan (Montón de heno)


Para Postal.

7.01.14 - Compenetración estropeada

Llevabas un precioso vestido de estos de una sola pieza. Era rojo, naranja, verde o azul. No importaba, la única realidad es que tú te sentías agusto y te veías genial. Yo lo admiraba, ¡¡no puedes ni imaginar cuanto lo admiraba!!: lo miraba y lo volvía a mirar cuando no te dabas cuenta... Y es por eso por lo que a veces hasta me olvidaba de agarrarte la mano con fuerza.

Nos presentamos ante La Puerta juntos, ruborizados y de la mano, pensando en cómo la transpasaríamos. Yo te había prometido traerte hasta ella, yo te había hablado cientos de veces de mis sueños de llegar hasta aquí y pasarla juntos. Tú me habias concedido el sueño de viajar hasta ella y además sabía que en tu corazón latía la irrefutable determininación de querer cruzar también aquella puerta. Así que sería un viaje por mi, por ti y por los dos :)

La puerta se abrió, y lo que encontré detrás no distaba tanto de lo que yo había imaginado pero algo me abofeteó todo el cuerpo al conteplar el interior de la habitación... Sé que sentiste lo mismo porque tu mano se volvió tan fría en solo un instante...

Ahí dentro estaba todo lo que siempre había querido, se podían ver cuadros, cestos de comida, pasteles, norias, cucharas gigantes, toboganes, conejos, perros, gatos, camas, caravanas, islas desiertas, montañas... Un cuadro de una belleza incalculable se dibujaba en el tapiz del horizonte tras aquella puerta, y sin embargo no había forma humana de atravesarla.

Desconcertado, me di la vuelta y te miré de arriba a abajo. La piedad que sentía al temblar abrumado por tu belleza me hacía morir por un abrazo tuyo, pero cuanto más te quería más dificil era atrevsar aquella puerta.
Te solté. En ese momento el bloqueo del marco desapareció, pero a cambio todo lo que había dentro desapareció y no quedó más que una pantalla negra y muerta.

Me había pasado meses enseñándote el camino a aquella puerta que había visto en tantos sueños y que quería compartir contigo, que sin ti no existía, y que sin embargo era absolutamente imposible cruzarla contigo...
¿¿¡Qué había fallado!??

¿Habría sido yo al quererte? O al dejar que tú me quisieras...

7.01.10 - Desayuno, merienda, cena y desayuno

Suena: Mercromina - El buzo
¡¡Choff!!
Caíste en mi desayuno. Sabías que no tardaría en suceder, eso te pasa por hundirte a dormir sobre las arenas de cacao. Ahora estás siendo diluida con la leche. Si la mezcla ya es empalagosa de por si, contigo lo será aún más.

No, no trates de agarrarte a la cuchara, es imposible. La fuerza centrípeta que ejerce sobre el interior de la taza es suficiente para vencer a la gravedad ¡tus brazos no tienen ninguna opción contra las leyes de la física!

Exhausa, ves a las tortitas del mercadona zambullirse en el agua. Tienen miel, pero no eres capaz de impregnarte a ellas ¡si volviesen los tiempos en los que cenaba tostadas con miel! Pero ahora soy aún más vago y me gusta tardar menos en cenar.

Luego tienes que huir de una magdalena ¡que exageración! ¡Casi no entra por la boca de la taza! Tan ancha y no da a basto, quieres pensar en empaparte de ella pero entonces caen los Golden Grahams. Puedes subirte a uno y sufear tu huida, pero tanto empaparlos en la leche lo único que logra al final es que llegue el turno del arroz inflado chocolateado y tú todavía no hayas podido alcanzar ninguno. Estos, los nuevos, los negros, son demasiado numerosos, y te ahogan, y sabes que has perdido tu oportunidad.

7.01.03 - Disparando a las estrellas


The Falling Star
by ~dragon-ryuu on deviantART

Dicen que esta noche hay lluvía de estrellas en el cielo de todo el pais, pero dicen que mucha gente ni lo sabrá ni le interesará. Mi caso no es mucho mejor: yo digo que no podré verla porque tengo que dormir.
En el fondo no me importa, porque las puedo soñar, y como siempre digo: si tú no estás, falta algo. Sin ti, subir al terrao y apuntar a las estrellas disparándolas: "zium, chas, chas, bang!" me acabaría convirtiendo en un loco paranoico. Tal vez prefiero aparentar un poco de cordura y desparramar la locura por mis sueños.
Y en el sueño, sí. Aunque sea solo, protegido por el fondo azul del cielo, estiraré mi dedo al cielo y apretaré mi gatillo para que todas las estrellas que caigan. Porque tal vez atine a una de ellas y rompa la estratosfera entera. Cuando caiga a tierra tomarás presencia a mi lado ¡y ya verás que bien nos lo pasaremos bailando en medio de la noche!
Y mientras tanto, subo la persiana y miro con nostalgia el cielo. Sabiendo que prefiero estar calentito en mi cuarto que arriesgarme a congelarme en el tejado sabiendo que no vas a caer del cielo...
falling stars
Dibujo increiblemente guay robado a Alhana.


PD: Incapaz de encontrar una imagen disparando a una estrella en DeviantArt >_<

6.104 - Tabú

El amanecer, la luz perforando la persiana, nuestra persiana, las sábanas, el calor de un cuerpo, tu pelo, tus ojos, tus labios, tus ojos cerrados, tus ojos abiertos, tus ojos descubriéndome, el despertador parado, las rosquillas y las galletas que hemos hecho, olerte pegados en el autobús/metro, trabajar tranquilo, recordarte, almorzar con hambre, comer con ganas, pasear contigo, saltar, gritar, cantar, bailar, discutir, investigar, ir al cine, ir al teatro, ir a una zumería, ir a un Starbucks, dejar algún mensaje anónimo al mundo, preguntar cosas sin sentido a los desconocidos, quedar en grupo, reir, el atardecer, salir en fotos con mucha gente, salir en fotos alegres, hacer fotos, hacer fotos hasta buenas, aprender tantas cosas, ir a sitios donde suenen Astrud o La casa azul, conciertos de Love of Lesbian o La buena vida o Sigur Rós, ir andando de noche hasta casa, observarte detenidamente en el portal, disfrutar subiendo en el ascensor, ver alguna serie, ver alguna película, entender tuenti o "caralibro", DeviantArt o flickr o bloggear, soñar con Ryanair o el interrail, nuestra música, mi música, tu música, dar un masaje, jugar con las PSP o jugar a la Wii, hacer una buena cena, leerte un cuento, que me leas un libro, más miradas, más ojos, más labios, hombros, cuello, nuca, mejillas, espalda, sujetador, espalda, brazos, más espalda, temblores, más labios, más miradas, abrazos con el pecho desnudo, crescendo, caos, suspiros, piel, manos, clitoris, ternura, la dulzura, la Belleza, la paz, abrazos, cariño y amor.

6.96 - Fan ( + turrón )

El agua caía de forma esporádica: de forma constante como si fuese esporas flotando en la primavera, pero eso no importaba.
Compramos chucherias (¡No encontramos petazetas!!) y entramos a la plaza (menuda vigilancia, no me quitaron ni las tijeras ni el tenedor que llevaba ^^). Resbalamos sobre el pastel de turrón (no, no iba a probar la arena, ¡pero me dieron ganas!) esperado una hora y media, mientras todo se llenaba..
Y la verdad es que no recuerdo: se apagó la luz, y salió él, real y en 4D, y sus robots, reales y en 2D. ¡Y era real, real! La música de toda la vida en el iPod, ¡En directo! ¿¿¡¡Que magia es esta!!?? xP

^^ Chapoteando en turrón cantando a viva voz (Sabiendo que se no me oye) y bailando con el molinillo esperando que no acabe nunca ^^
¡Que grande! Espero con ansias la próxima vez, venga, ¡¡yaaa!!!!

Casi en orden: La revolución sexual - No mas Myolastán - Galletas - Chicle cosmos - Una cosa o dos (pìano) - Superguay - El momento más feliz - En noches como la de hoy - Triple Salto Mortal (Piano) - Chicos malos - La nueva Yma Sumac - Love is in the air - Como un fan (Piano) - Esta noche cantan para mi - Cerca de Shibuya

6.93 - Gore


Hay muchas formas de cerrar un corazón. Generalmente se obstruye o se sufren enbolias. Pero a veces parece que, tal vez por desamparo y frustración, todo se vuelve más violento.
No basta con separarse y dejarlo todo lleno de sangre por la fuerza de la repulsión. A veces parece que querramos sentir como el corazón revienta dentro del pecho dejando nuestras vísceras esparcidas por todas partes:

El cerebro solo sirve como objeto de culto en un frasco de formol, nos sacamos los riñones (intentando a saber qué) y acabamos usándolos de patines mientras algunos someten a su hígado a un alcoholismo ponzoñoso. También se pueden llenar de alquitrán los pulmones con drogas, o enmohecer los genitales o jugar con ellos con toda clase de sustancias innombrables.
Luego está la arritmia, los bypasses, y los intentos frustrados por someternos a operaciones a corazón abierto que a veces se convierten en biopsias donde acabamos con un punzamiento lumbar que nos acaba dejando inmovilizados. ¡Pasamos de la sinceridad y la esperanza a la parálisis y la frustración!
¡Haberme degollado la cabeza! ¡Haberme sacado los ojos si sabes que a nadie me atrevo a mirar, y menos a ti! ¡Haberme hecho tragarme la lengua si me has robado todas las palabras! Sin manos para sentir, con los pies reventados sin saber hacia dónde correr, sin rodillas para saltar, sin oidos para oir una resurección que tanto ansiamos, ¿que es lo que queda? ¿Por qué tiene que ser todo tan macabro?

Al final, encolerizados, nos sale espuma por la boca y, arrepentidos, acabamos vomitando sangre en el suelo de nuestra habitación.
¿Sabes? Todas esos recuerdos y fotos, ahora parecen los ensayos de esta película snuff.

Qué gore...

6.79 - Trilogía de la Tortura. 3ª parte: Negro denso y brillante


Confío en que llegue el instante. El mundo, el universo, la realidad entera será capturada por un suceso inevitable. El Sueño eclipsará el mundo. Lo capturará dentro de si mismo y lo amará mientras haya vida que vivir.


Pondré un cartel más, pero esta vez estarás tú cerca y en cuanto me aleje, no podrás resistirte y te acercarás a leerlo. Llevarás una chaqueta negra y un bolso quee cruzará tu cuerpo para colgar junto a tu cintura. No es preciso que empujes ninguna carpeta contra el pecho, pero sabes que en ese preciso instante me encantaría.
Tu expresión siempre es bondad y por ello tu forma de pararte ante el cartel ya será un milagro único: la excepción ante la desdicha universal. Y yo estaré cerca, porque te habré sentido llegar, y disfrutaré de el Espectáculo supremo. La sencillez de Estar. La simplicidad de Ser. El empirismo del Soñar.

Tu pelo largo y oscuro se camuflará con tu chaqueta, y tendré que arriesgarme a exponerme en tu campo de visión para apreciar bien tu rostro. Esa tez clara pero no pálida, esos labios delicados pero apetitosos, esa nariz sencilla pero trascendental, esas cejas sinuosas, las mejillas coloristas, la comisura de los labios palpitante, la barbilla titileante, las orejas camufladas, los dientes esponjosos, los gajos de tus labios, el bosque de tus pestañas, la playa de tu labio superior y las cordilleras hacia tu nariz, el agujero del tapón de tus lagrimales, la pista de aterrizaje en tus sienes, las nubes de la invisibilidad del vello facial, la inteligencia de tu frente, los lunares lunáticos, tu piel superando a la aurora boreal...

No sé de donde sacaré la fuerza para no hundir tu mano en el pelo. Su tentación es irrefrenable, la distancia entre mi mano y tus cabellos es un trampolín y yo solo quiero saltar a la piscina y salpicar, como el viento cuando baila en tu pelo, tu columna vertebral. Que sea un escalofrío lo que aparezca por tu cuerpo y tu espalda, un electroshock placentero que recargue todos tus circuitos. Y que no haya miedo. Por que ya sabes que no hay razón para tener miedo, jamás. Es fundamental la bondad.

Escudriñaré tus gafas hasta llegar al cristal. Y con una fuerza sobrehumana, atravesaré su transparecia para encontrarme con tu corazón. Tu mirada no late, pero brilla. El negro y el blanco que la decoran son la mayor obra de arte minimalista de toda la existencia. Su sencillez, de nuevo, es solo el anuncio de su incomprensible e inabarcable complejidad.

Allá donde tus ojos deciden pararse es el tiempo el que se detiene. Aquello a lo que miras, florece y eclosiona hasta estando muerto; y cuando parpadeas la embolia y la asfixia que sufre todo mi organismo solo cesa cuando tu ojo se vuelve a abrir. Es como si me hubiese atragantado con tanta belleza y me estuviese ahogando el mismísimo concepto de voluptuosidad sin saber si luchar o dejarme asesinar.

Tengo la posición ganada mientras tu mirada no sepa que la he interceptado. No soy una pistola en tu sien, soy la yema de un dedo apartándote los pelos que se teenredan en las patillas de tus gafas y también soy la quietud, obnubilado por tu sola existencia... contigo empiezo a ser... quiero ser un personaje de tus fantasías, deslumbrado por ti... caballero sin espada, corsario hidrofóbico, un fan con una camisa de fuerza, perseguidor desorientado, acosador con permiso, jinete sin caballo, forajido sin maldad, altruista que recibe demasiado de ti, malabarista ciego, corredor sin espacio para frenar, pianista que resbala sobre tus teclas, el brazo manco con el que protejo mis ojos del vendaval de tu belleza, un saltador cojo que trata huir del derrumbe de la lógica de todo universo, el girasol que ama a la luna, la gota de miel que se hunde en la mermelada, el café del insomnio, el bit incongruente de un fichero de 4 gigabytes (la oveja negra que es en realidad el patito feo de la humanidad), el que disparó al cielo y esperó que la bala derrotase a la gravedad, el que quiso dibujar los paises con una regla, el que construyó un edificio sobre una pelota, el que estrujó un huevo y se rompió la mano, el que voló con los pies en el suelo y cambio la órbita del planeta, el daltónico que no podía ver el azúl y soñó con una cabra azul violinista, el artista cuerdo, el loco cobarde, el arriesgado indeciso, el impaciente en la cola de espera del Carpe Diem, el que encendió una bombilla que daba oscuridad para ver todas tus caras, el enamorado que te siente (viva, real, existiendo) por primera vez.

Sé que no tardarás en desafiar mi mirada.
Te dará vergüenza y sé que la retirarás en seguida en cuanto decidas cortarme la respiración, pero yo solo puedo esperar con una sonrisa que decidas intentar matarme para darme la vida.

Cuando admire el eclipse total que tu pupila ejecutará sobre el mundo, entonces, caeré dentro de tu cuerpo y se extinguirá para siempre. No quedarán filofobia ni buenas cosas mal dispuestas. No habrá huracanes ni oscuridad. No existirán infiernos ni psiquiátricos. Se acabará la tortura.

La placenta del alma es la masa de sinceridad, dulzura y bondad que tu preciosa existencia representa con esos ojos negros de mirada densa y brillante...

(La Buena vida - No te he visto nunca)

6.78 - Trilogía de la Tortura. 2ª parte: Gris plateado

Sigur Rós - Straumnes

Una nueva confesión de una mirada anónima (la mia).
Bueno, más bien es una colisión envuelta en el anonimato.
Un atentado de tu indiferencia a mis sueños.
¡Vaya! Y yo que pensaba que tenía la situación controlada...



Absorto en mi mundo camino por la calle buscando tus ojos. Necesito empezar por ellos y ver si puedo recibir la dulzura que han de trasmitir, pero en realidad lo primero que me captura acaba siendo el cabello. Es más fácil distinguirlo desde lejos por su tono y volumen. Acabo fácilmente prendido de su voluptuosidad y es entonces cuando, con mi objetivo fijado, puedo pasar a deleitarme y judgar hasta que punto merece soñar y arrepentirse luego de no haberte dirigido la palabra.

[(... Post eliminado por el autor en cuanto comprendió lo gilipollas que había sido ...)]

Parpadeo, y mientras mi cerebro canta y baila, vuelvo a emepzar mi búsqueda de un ángel que hoy vista con una chaqueta gris plateada.

6.77 - Trilogía de la Tortura. 1ª parte: Beige


Me gustaba que lo impregnases todo de beige.
En general me encantan los naranjas y los marrones. Tan otoñal... Una chaqueta marrón, una camiseta naranja y unos pantalones beige (aunque unos vaqueros azules o negros, siempre son bonitos)... Le podemos poner variedad, pero hoy, evitando el blanco y negro, todos mis recuerdos son beige.


No es justo que un color evoque tanto tu piel. No es la miel de tus besos ni el chocolate del iris de tus ojos.
Ya desde tus piernas ese color se puede fundir con tus rodillas y muslos. Distinguir qué es pantalón y qué es piel puede ser dificil para unas manos nerviosas y unos ojos al borde del colapso ante un universo tan grande que explorar en un puñado de centímetros cuadrados.
Todo es deleite, magnífica voluptuosidad, solo pensando en acariciar tus piernas con las mias.

El beige siempre fue un color que fluyó demasiado deprisa...
No puedo evitar tener la sensación de haber deglutido una dulzura preciosa-sabrosa que merecía haber sido catada con toda la lentitud del mundo, pero las prisas de un presente tan efímero obligaban a engullir más sin haber tenido tiempo de haber digerido que estabas ahí, ante mi (de verdad, real: carne y 3D), y lo único que realmente era el beige, La Belleza, eras tú. Entera, .

Las tartas suelen llevar galleta o mazapan, que junto a la nata y el chocolate se tienden a tornar una dulce y empalagosa masa beige. Y los pasteles se comen despacio, como tu piel.

6.76 - Virginidad y castidad

En boca de Blanche, Nothomb pone palabras ensenciales sobre la inocencia, la inexperiencia, la desnudez y la belleza: "Con dieceis años no tenía nada, ni bienes materiales ni amiga, ni amor. No tenía ni idea de nada, no estaba segura de tener alma. Mi úico patrimonio era mi cuerpo. (...) Lo único que tenía, el pobre secreto de mi cuerpo, lo acababa de perder. Era, literalmente, un sacrificio."
Tampoco es para tanto el fragmento: le falta uno de sus preciosos monologos sobre la belleza, pero esta bomba es el detonante, por la inocencia evocada, de cientos de pensamientos a tratar.
No quiero hablar sobre la desnudez, solo quiero regocigarme en la inocencia y la inexperiencia. Su mezcla es suavidad, de movimientos y espiritu. El núcleo de la timidez.

La virginidad de unas manos blancas, perdidas en un mundo que no sabe agarrarlas, es solo comparable a hallarse perdido en una selva tropical sin una brújula y sin poder ver siquiera por donde sale el sol. Cada movimiento es pura libertad, pura decisión nuestra, pura determinación, y auténtico miedo y aprecio por cada momento. Nos sobresaltaríamos ante cualquier variación en el entorno. Nos estremeceriamos cuando nuestras manos se encontrasen con otra piel.

La castidad forzosa no hace que nuestras manos se sequen, si no que acaben temblando más cuando sueñan que al fin aterrizan en donde quieran estar. Da igual que el terreno tenga forma de espalda, pecho, brazos, o sea tan mullido como una mata de pelo. La ansiedad que La Belleza nos crea nos llenará ya solo conn el saber que algo está llegando.

A veces no soporto usar tanto mis manos, tocar tantos objetos distintos, sin haber tocado tu piel primero. Debería protegerlas siempre con guantes, para volver a temblar tratando de aproximarme a tu piel la próxima vez que me encuentre ella o con tus manos.

Buscarte rápido, y que el contacto sea lento.

Compartir hasta el simple gesto de abrir la mano...

Sólo con La Belleza tiene sentido ir tan despacio...

PD: Leyendo "Antichrista" de Amélie Nothomb

6.75 - Destrucción

Una vez que ya he declarado mis intenciones de vencerte
debería aprender a querer destruirte,
a ti que te burlaste de mi,
a ti no, porque te apiadaste,
sin fuerzas por culpa de esta contradicción,
solo quisiera que me devolvieses lo que me arrancaste,
y que dejases de robarme más momentos,
debería vivir mis sueños y ahora pierdo el tiempo protegiéndolos.

Sé que no es justo, ni es culpa tuya,
pero solo quiero que me dejes un instante,
que me dejes un respiro para no pensar,
para destruirte.

Hasta se ha puesto de mi lado,
el verano se ha muerto,
y el otoño me alivia cuando el color naranja
(del que te bañabas) me acompaña.

Y así visto más que librarme de ti
parece que esté retozando en tu esencia,
pero es que esta reminiscencia de ti,
antes de ser tuya era mía,

y lo que quiero es reconquistarla,
adueñarme de ella y decorar con ella mis sueños
para ser libre,
para destruirte.

Y no te darás cuenta de tu desintegración,
mientras yo evito una nueva combustión,
porque mientras el tiempo se va acabando
yo puedo volar más alto.

Y seguirte buscando.
Y seguirte soñando.

6.70 - Vencerte

De haber sabido que tu saco de abrazos tenía fondo,
de haber imaginado que tus palabras enmudecerían,
habría leido todas las lineas del contrato
nos habría regalado un mejor final.

No me arrepiento de haberte regalado tantos besos,
te quería y los volvería a repetir,
pero me hubiese gustado no estar tan ciego,
y haberme visto en tus labios morir.

Me dejaste tirado en el suelo,
y nadie vino a por mi,
sin saber como, logré levantarme,
y fuí tan tonto que te perseguí.

Meses despues, totalmente desorientado,
quisiera odiarte por no venir,
y aunque busque un modo de solucionarlo,
todas las cabezas me recuerdan a ti.

Mi garganta se secó cuando silencié tus poemas,
mis manos se han vuelto torpes por el olvido,
mis pies ya solo saben dar traspies
y mi mirada perdida, ahora está perdida de verdad.

6.59 - Toallas. Amarillo.

Cuando me miro al espejo demasiado cerca puedo ver indivualmente cada uno de los pelos de mi barba y mis cejas. Me da miedo observar los huecos que algunos pelos dejan, lugares por los que sin duda brotará el sudor.
Tú, consciente de ello, pasas tus dedos lentamente sobre mis socavones y asfaltas con tu suavidad la orografía de mis imperfecciones. Me siento seco, pero los rios que la ducha dejó por mi cara aún se sienten como corrientes de magma amarillo. Creo que me estoy quemando y en vez de secarme me veo inmerso en un sofocante proceso de ignición.

Alivio. Pasaste tu toalla amarilla por mi frente y desaparecieron los colores piscodélicos de mi ansiedad. La bombilla deja de desprender esa incandescente radiación lumínica y así las paredes pierden su color de azufre.
No cierro los ojos, despierto, desvío un poco mi mirada, y te encuentro borrosa detrás de mi reflejo, entre las salpicaduras de agua y el vaho en el espejo.

Respiro cuando pegas más tu cuerpo y tu pecho a mi espalda.
Y cuando dejes caer tu toalla, no tardaré ni un segundo en darme la vuelta y besarte.
A 550 nanómetros de tu aliento. Longitud de onda de la luz amarilla.

6.47 - Serrín y pintura. Marrón anaranjado.

Y allí estaba yo lijando la estantería. Tras haber sudado hasta la deshidratación poniendo los tornillos que no encajaban y astillando la madera demostrando mi patosidad, finalmente podíamos tumbarnos en el suelo y agitar los brazos sobre el serrín.
Petó peto. Un peto con textura de vaquero se enreda y atrapa todas las virutas de serrín y la nieve sigue rodando por el suelo. Nosotros somos croquetas (marrones y anaranjadas, claro), pero tú tienes un peto precioso que te convierte en el máximo exponente de un cálido hogar naranja y marrón. Ya lo dije, jugaré a limpiarte el serrín del pelo y acabaré dándote un beso abrazándote el peto.
Luego, sacas la pintura y danzamos llenando la habitación de hojas de periódico. Con las Olimpiadas de moda, y en vez de ser delicados cisnes en natación sincronizada o en el ejercicio con pelota o aros, sería mejor unos locos saltinbanquis. Por abarcar muchas modalidades tu serías Yelena Isinbayeva y yo Yago Lamela. (Soy demasiado torpe y con este serrín me pega mejor la arena, imposible ser Gervasio Deferr en suelo). Aunque para dar saltos está la luna, aunque allí el polvo sea gris.
Me imagino también rojo cereza o azul cyan, pero en este sueño nuestras pinceladas serán naranjas, seguro. Agarro el bote de pintura y lo estampo a la pared. Luego salto a frotar mi pecho contra su espesura y pinto con el corazón toda la pared. Tú ries. Debería empujarte contra la pared opuesta y tirarte el otro cubo por la cabeza. Al final metemos las manos en el pringue y con ellas acariciamos y arañamos la pared, sin olvidarnos de las esquinas.
Tu podrás dormir en tu propio cuadro impresionista y yo tener impregnadas las manos con tus sueños nocturnos.

6.43 - Misantropía

La humanidad de Textor Texel es su monstruosidad. Pero a mi lo que me interesa es la sinceridad, el miedo y la ignominia que forma parte de la locura.

La diferencia entre la misandria y la misantropía es que la estupidez femenina es simple, compleja, lamentable y autoalimentada, y la estupidez masculina es menos emotiva, más visceral y menos sentimental. ((Y a parte, que los hombres somos feisimos. ¡Gracias a (¿?) que no todas las mujeres son lesbianas! xD))

El principal motivo de la misantropía es la falta de empatía, que en general está relacionada con la falta de cultura y la apatía. La apatía es como una narcolepsia de la mente: esta deja de funcoionar como debería y la mente se cae al suelo incapaz de sostenerse.

Si ya nuestros genes nos determinan, en mayor o menor proporción, semejantes defectos, ¡como para no temer al 'Homo homini lupus'!
Otras admirables cualidades (la envidia (y los celos), la crueldad, los complejos, la división social...) nos convierten en verdaderos monstruos. Por suerte no todo el panorama es desolador: sabemos que otros animales pueden sufrir ataques de ansiedad y odio tan similares a los nuestros... Pero nosotros, al menos, podemos inventar, crear y ser artistas.

Y es que los animales pueden follarte para combatir su frustración, alimentarse de algo que les matará poco a poco, crecer agotando los recursos de su ecosistema y morir ante la indiferencia de sus semejantes. Pero solo el ser humano puede soñar, inventar, o leer a Nothomb :D.

6.36 - El zaguán dónde te desnudé sin quitarte la ropa. Negro pelo



Tengo ratos libres entre mis temblores y la vergüenza que me enmudece. Aprovecho estos tiempos muertos para ser tu sombra y jugar con ella. Me gusta ser vientos de medianoche en sueños que no tienes, apropiarme de los que sí, y observar el movimiento de tu pelo desde el ángulo muerto de tu sombra. El mal ataca y desnuda desde esta oscuridad. De arriba, a abajo.
Es irresistible, al final acabo volviéndome tornado y tengo que usar mi mano para convertirlo en caos, adorable caos que tu guarida no ha echo más que incitarme a desear más y más. Por ello acabo viviendo en tu nuca y echándo casi mi nariz sobre ti.
Supongo que necesito ver más profundamente en ti, pero tengo un problema con los sentidos: 1. La mirada es fácil de derrotar: tus mirada de ojos oscuros me derrotan y derriten con dulzura incontestable. 2. El oído está emborrachado de tu voz, por lo cual está fuera de combate. 3. y 4. Tu 'tactura' y tu 'gustura' las desconozco, y las mías quedarían bizarras, aunque alguna escapada han tenido. 5. Y por ello solo queda la olida. Mi objetivo de ser ventisca (aunque preferiría ser almohada) no es más que la excusa para que me violes por la nariz. Preferiría que apestases: del shock no me podría olvidar. Por desgracia las cosas suceden al revés: Y lo agradable siempre se recuerda menos, con la excusa de que se supone que lo queremos repetir. Nuestro corazón debería de darle dos hostias a nuestra memoria. Y que luego Nothomb [*En metafísica de los tubos] no se queje.

Así pues, autodenominado sombra del viento, ejerzo mi empalagosidad con un descaro vergonzoso pero con en analgésico moral de que no te vas a molestar, espero. Gracias por dejarme ser viento y reirte. Pronto espero digievolucionar y volverme marioneta (y volverte a desnudar).

6.35 - Base enemiga lituana


með blóðnasir ( Me sangra la nariz )


Germinó un fin de semana de la nada. Me hallé de pronto, encaminado hacia el territorio de mi enemiga. Más allá de la plaza de los silbidos, de la puerta de la intriga, de las escaleras del anonimato, del rellano los sueños y las canciones.

Entré en un nuevo paraiso, el de los sueños comprimidos, el de la realidad del caos, el del placer de las buenas compras, y cientos de calificativos admirables. Hasta el aire acondicionado era artístico ("La belleza, si deja de ser subjetiva, pierde todo su valor" - Amíelie Nothomb en Atentado ). Lámparas flexo de serpientes en el techo, sofás del descanso, bicicletas de alambre, televisión del recreo, colecciones de interactividad, terrazas hacia los colores, pasillo hacia los sueños, caos ordenado, estanterías más alla de la conciencia sobre la sabiduría, cajas misteriosas, más caos, cocinas del hambre, terrazas de primavera y otoño, y sobre todo, una cueva de comics, más libros, postales, sueños, fragmentos, escaleras, literas, pianos eléctricos, cosas por el suelo, más postales, varitas mágicas, escenas griegas, colores, posters, anime y manga, más postales, oscuridad, suavidad, enchufes estratégicos. Solo quedaba el cuarto de la pintura, de la horchata con coca-cola y el járabe de tang.

6.11 - Luces ardientes. Rojo.



Somos los Habitantes del autobús. Vivimos entre los asientos y cocinamos contra sus ventanas. Nos duchamos con el aire acondicionado y nos ejercitamos con las barras. Saltamos y nos deslizamos entre ellas. Somos los inhabitantes sobre ruedas y vivimos en nuestro autobus rojo refrigerado. Somos el 72, el 81, el 70, el 10, el 1, el 2, el 4, el 62, el 90 y el 89.

Cuando llega la noche estamos presos por nuestras luces y somos mas grandes a la curiosidad exterior. Solo nuestras duchas calientes nos dan el vaho de la intimidad que no es muy recomendable en verano. Y así somos amantes públicos sobre las rodadas de la ciudad. Esquivamos aceras, peatones inconscientes, conductores estúpidos y zanjas y socavones cada vez más profundos.

Nos embriagamos de los intermitentes y los encanta frenar. Nos gusta deslizarlos con el pecho sobre el suelo desde la parte de atras hasta la puerta del conductor. Y ticamos los bonobuses con nuestros besos, le cantamos a la máquina nuestras baladas de amor en locomoción y hacemos la oscuridad en el rojo de los frenos ajenos, de los asientos propios y de los amaneceres nunca vistos, pues el bus siempre estará andando antes de que nos podamos despertar.

Nuestros dedos pegados a las bombillas cuya luz atraviesa los huesos y la piel.

5.72 - Holofonor

Holofonor :
Cuando se toca, se proyectan imágenes que varían según la destreza del músico. Así, si el músico es hábil en su manejo, se proyectan imágenes agradables y realistas, mientras que si no lo es, aparecen imágenes mal dibujadas o terroríficas.

Y al final la copisteria de al lado de la oficina, también a 4 céntimos, aunque con un poco menos de contraste, ha podido con todos los folios. De hecho ha impreso hasta el plástico blanco de la portada del paquete xD. Ahora ya sí tenemos todos los Oú & Quand. ¡¡Al fin!!

Hoy el mundo es naranja.
Mandarina, el gato Sherf, Daxter o relámpago naranja (sasasing), los muebles de madera aunque tiendan hacia el marrón, el botón de "publicar entrada" o el atardecer. Y el naranja puede valer por más optimista que el azul. Ya seguiré toqueteando los colores de la plantilla y editando su CSS a ver que puedo hacer.
Podemos extendernos al amarillo, al rojo, a mi azul y al verde universal. Guybrush Threpwood, Laverne, Hermione o Lisa Simpson. La contienda de la colorfobia.
Mundo de cítricos y fresa ácida. Mininapolitanas saladas del mercadona, coca-cola zero sin gas y no tanto sol.
El holofonor une lo sideral con los sueños y estos llevan a los colores. Y así es como voy viviendo ahora esta parte de este círculo. Empezó cyan oscuro y ahora es naranja.

5.64 - Los equilibristas de la cabra violinista y del viento que hace olas

collage

Nos llevamos con nosotros al asteroide B612.
Cargamos las pilas, claro, pronto hubo una colisión. ¿¿Qué no podemos traer nuestro propio papel?? ¡¡Qué clase de empresa es esta (abierta 24 horas), que cierra a mediodi y no permite que los clientes personalicen a su gusto su producto?? ¡¡Lo que pagamos es la tinta, no el papel!!). Por suerte existen los locutorios.

Volvimos de Pakistán y esta vez con pilas recargables y ecológicas con el medio ambiente. En realidad el ambiente estaba cambiado entero.
En Tarongers sudamos sueños y nos llenamos los dedos del pegamento del celo. Empastelados, pero para nada ñoños, comenzamos a propagar el mundo. Ya lo comentábamos, ¿se podía poner el cielo de color verde?

Lo bueno de las primeras partes es que son partes de algo. Apenas llegamos a Blasco Ibáñez, así que mañana vamos a conquistar el centro. Tenemos ordas de colores, y el celo aguanta mejor de lo que pensamos, así que vamos a emplearnos a fondo, sabiendo que tenemos toda una semana para recargar provisiones.

Llovieron 49 fragmentos, y mañana plantaremos más.

5.62 - Alzando la bandera

Un hombre de 21 años y una mujer que no existe se reunieron ayer en el mañana. Conquistaron el tiempo y declararon su independencia. Juntos y de la mano llevaban los colores por las aceras y dejaban gotas de sudor por el pavimento. El mundo era de lacasitos.

"Reinvindicamos un sueño", amenazaron a las autoridades locales. Nadie pudo detenerles, y empezaron la toma del Miguelete. Desde lo alto se proclamaron rey y reina y desperdigaron panfletos de propaganda onírica que nada puede hacer ante los duros, los sólidos, los rígidos y los hombres de hierro. Perdieron su batalla contra el viento y fueron desalojados por los antidisturbios y en defensa de nosequé leyes de dudoso caracter medioambiental.

Lejos de dejarse amedrentar, antes de pasado, o pasado anteayer, volvieron a la carga rodeados de 3 personas más, pero con la sombra de cuentos detrás, envolviendo las verticalidades de palabras y deslizandose por las horizontalidades del mundo hasta el subsuelo, convirtiendo todos los escalones en rampas, el calor en aire fresco y el oxígeno en esperanza.
Esta vez fueron los cláxones y el griterio quienes trataron de reducirles, pero sus auriculares encañonaron a los defensores del stress, de la paciencia, de la burocracia, del conformismo y de lo finito, y salieron victoriososde una batalla que nunca acaba por lo que la ciudad pronto dejó de tener nombre y las calles empezaron a tener apuntadores en las grietas para que los tímidos tengan hacia donde mirar y qué decir.

5.55 - Baile sideral. Azul.



Subí los escalones. Deberían ser casi dorados pero en la oscuridad se mezclaban el naranja, de cuando eran iluminados, y el azul de la oscuridad. Subia arreglándome el traje aunque debajo llevaba una camiseta pre-fabricada de las mias, esa en la que salía Laverne disfrazada de tentáculo rojiblanco, del Day of Tentacle :).

La luna aullaba y el viento arrastraba las ojas de los cerezos hasta la cima de la pirámide. Esperaba encontrar en su cima un volcán y varios puestos hawaiianos veniendo cocos, pero tansolo estabas tu espaldas mirando a la luna. Era un largo traje que te llegaba casi a los talones. No soy muy bueno describiendo ropa, pero ese vestido de noche me encantaba. No se ceñía demasiado a tu cintura pero destacaba tus caderas, y el viento lo movía con una dulzura adorable, tanto como la preciosidad con la que se ondularía cuando andases hacia mi con tus piernas. Tus hombros quedaban desnudos a sus estrechos tirantes, y estaba seguro de que se vería tu colgante gracias a su escote, recatado y delicado, no llegando a enseñar ni canalillo. Simplemente un traje elegante, precioso y romántico. Estabas preciosa, Zoe.

Te agarré por la cintura y nos asomamos al otro lado de la explanada final. Al otro lado eran las mismas escaleras que había subido, pero ahora para bajar. Los Dioses Aztecas amplificaron la musica del iPod que posé en el suelo para que nos proporcionase una mejor atmósfera, la que solo la música sabe dar.

Y así girabamos abrazados entre canciones melódicas. Me gustaba tu pelo oscuro volviéndose azul. Mis manos se volvían naranjas cuando pasaban cerca de la antorcha, única luz, junto a la luna, que allí había. Me gustaba tu mirada, a ratos perdida, a ratos en mi hombro, a ratos en mis ojos, a ratos en la luna, a ratos en mis labios, a ratos en mis manos, a ratos en mis brazos, a ratos en tu pelo, a ratos en el cielo, a ratos en las estrellas, a ratos en los cometas, a ratos en las gaviotas, a ratos en el suelo, a ratos en mi barbilla, a ratos ayudando a tus brazos a apretarme con mas fuerza contra ti en mi espalda.

Y nosotros éramos las cuerdas de los violines. El viento y la noche jugaban con nuestros cuerpos, con nuestra danza, ayudándonos a bailar con la oscuridad, la luna y las estrellas.

Sólo faltaba abrazarnos y dejarnos caer al suelo un rato para apreciar cada nota de la música y cada caricia del viento, esperando con nuestro calor al amanecer.

5.51 - Anonimato


El plan me conmovió.

Salí de casa y llegué a la Fnac a las 17:30. Sabía que tan pronto sería demasiado pronto, así que el tiempo comenzó a pasar ojeando las gangas...
A las 18:15 tuve una revelación: sería impoible encontrar a Extraterrestra con tanta gente. Ordas de personas caminaban contra mi sentido, yo necesitaba dar un paso para avanzar hacia ellos mientras que con 4 se bastaban para atizarme con el viento que movían sus cuerpos al desplazarse. La atmósfera se tornó sofocante y encontrar a alguien de quién sabía tan poco me parecía cada vez menos probable.
Desorientado, me paré bajo las láminas translúcidas del techo a oir como llovía, sabiendo que eso no hacía más que atraer a mas gente.

Como necesitaba sacudirme de encima el peso del mundo, corrí a leerme los principios de todos los libros de Nothomb que aún no me he leido.
Luego me fuí a admirar el cartel que decía "Sigur Rós 24/06/2008". Babeé un instante con un Homogenic de Björk que costaba 7€ y me evadí un instante tratando de buscar ciertos discos de Architecture in Helsinki y de Apocalyptica mientras tenía en la cabeza el Harvf/Heim de Sigur Rós.

Tras mi travesía musical sin sentido, volví a la realidad. Decidí saltarme la última canción de Röyksopp y mandar a mi iPod que me cantase Sigur Rós.
Comencé a mirar más a la gente que a los productos y así obtuve una primera sospechosa. Iba de blanco y tenía un bolso blanco con un peluche. No, no podía ser, no encajaba. Al rato la perdí de vista y comencé a dar vueltas, ya en serio, por la Fnac. Me quería sentir como Nothomb cuando cada vueltas asmáticas en honor a Elena. Así yo también podría intentar ser mártir.

A las 18:45 apareció la segunda sospechosa, pero pronto lo negué: ¿Gafas? ¡Pero ese flequillo me sonaba (la única pista que tenía)!. Claro que encaja, pero no puedo dejar de poner pegas al color ni aún cuando es lo más lógico. Al fin y al cabo, mi colorfobia no tiene más razón que la razón de la intuición: una tontería.

Tenía que hacer algo, y comencé a SABOTEAR la Fnac. Corrí a las secciones de Nothomb. Saqué un libro suyo y lo puse mirando al público, para que se la viese de frente. Fuí a la sección de bolsillo y expandí "El Sabotaje Amoroso" por donde pude, tapando otros libros impunemente. Y sobre todo, corrí a la sección de BSO, y por cada vuelta que daba, cogía una BSO de Amélie y la expandía por la estantería.
Me encontré con "Les Combustibles" descolocados en la sección de libros en francés. ¿Significaba eso algo?

Llegó un momento en el que, mientras ella estaba en un pasillo, yo estaba en el contiguo, medio leyendo a Momo (muy cerca de los "El sabotaje amoroso"), ¡¡pero ella lo hacía mal!!: Nunca se detenía enfrente a los libros de Nothomb. Eso no cuadraba.
Me fuí a su pasillo y me puse tras de ella a ojear los libros de Eduardo Mendoza. Ella estaba de espaldas a mi ojeando algo (tal vez a Ruiz Zafón). Se levantó, y tardó un rato largo en... ¿encapuchar el paragüas? Dudé, pensé, traté de interpretar eso de algún modo. Los gestos eran lentos y tímidos, eso cuadraba bien. Pero desapareció tras la columna y luego... ¿A dónde había ido?

La había perdido de vista por tercera vez, y empecé a rendirme. Eran las 20:30 y sabía que antes de las 21:00 se iba a ir, pero mientras estaba sentado entre los libros me la volví a encontrar viniendo hacia mi posición. Me fijé en sus zapatos cyan (cyan, cyan, cyan, cyan), en su agradable ¿camiseta? y en las chapas que tenía. ¿Encaja? ¡¿Qué hago!?

Me levanté a buscarla, y pensé que la había perdido, pero me la encontré caminando hacia mi. Nunca la había mirado bien durante más de un segundo (ni ella a mi) y tampoco lo hice esa vez. Cuando pasó a mi lado me fijé en su chapa... ¿Blythe? 10 segundos después me di la vuelta y no la ví. Corrí y la ví bajando las escaleras. Di la vuelta entorno al foso central hasta las escaleras, pero ya se había ido: no estaba en ninguna de las 2 colas de caja, y como llevaba Closer en la mano, debería estar ahí si la había comprado. Deduje que a lo mejor había vuelto a subir. Tome las escaleras automáticas hacia el segundo piso, pero ya no la ví.

Más tarde salí de la Fnac contento por la aventura sin sentido. Había sido emocionante al menos.