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Mostrando entradas de enero, 2020

11.05.03 - Comepenas [Okey Kaya - Asexual Wellbeing]


Has creado un trocito de antítesis de la mediocridad. Lo hiciste con la naturalidad del crecimiento. Tu mente era la brecha de un amanecer, cargada con estacas de luz que resquebrajaban todo cuerpo sagrado. Declaraste la batalla que convertía cenizas en nuevos brotes. La poderosa pulverización del óxido y la chatarra en el coagulante para nuestra cicatriz.

¿Pero dónde yace ahora ese arma tan poderosa? La enterraste en un cuaderno. En una nota que solo volverás a leer dentro de 8 años. La energía eléctrica que busco entre las catedrales queda almacenada bajo la almohada de una anciana huraña. Y yo mientras me muero de ganas de enrollarme esas palabras en la lengua. Te pagaría con sangre o con vértebras. Pero a veces no conocemos el valor de cambio ni al mirarnos a los ojos.

Tienes un alma comepenas. Tienes las manos de una pianista. Tienes el poder de todo un Imperio en la valentía de una avestruz. Tus llaves abren puertas como un desfibrilador. Electrocútame con un par de folios en blanco, y haz que me trague tu shock.

11.05.02 - La secta del cemento [Lebanon Hanover - Kiss Me Until My Lips Fall Off]


Sumergido en un cubo de pintura he encontrado la tonalidad de tanta espesura. Elegía al cristal, a la arena y a los pigmentos. La voracidad de la derrota como algo primigenio. El hogar de los nuevos rituales. Te robo las manos y los pies.

Lameré todo el cemento que haya tus mejillas. Luego te enterraré la cabeza bajo la almohada mientras mi rodilla se hinca a trote entre cada una de tus vértebras. Cada latido es un requiem y cada gota de sudor es la forma del sueño. Cruje todo lo que resbala. La respiración prende fuegos en la espalda. Su guillotinan reyes entre los muslos. Romperemos la histeria a cabezazos.

Se propaga la disolución de las bondades. Arañazos mudos en la garganta. La posesión del cuerpo a través del pelo. La putrefacción del alma supurando por las yemas de los dedos. Todas las huellas por la boca, hasta vomitar el corazón.

11.05.01 - Mudanza [Hija Vaga - La Vida Privada]


Quiero un lugar donde me declaren la guerra y se haga la paz. Se puede utilizar como tabique el peso de toda nuestra tristeza. Ya puestos a envidiar los delirios de otros, convirtamos en vínculo el arrastrarse por el suelo. Te querré tanto como a nuestras hierbas amargas.

La construcción de un hogar pasajero con las ruinas de todos estos años. En el salón el negro pálido de tantos amigos rusos. En la cocina el sabor rústico de todos nuestros grises. Hogazas, amapolas y sésamo.

Las flores secas marcando las páginas como de costumbre. Pisar el fuego agradable de baldosas de cerámica. Los bordados blancos de agujas negras. La sangre en la yema de los dedos y la lengua en la punta de los labios del otro. El anhelo en la lectura de las palmas de las manos. La visión estereoscópica del futuro y las posibilidades, en la oscuridad de varias madrugadas. La templanza ante la opresión del calor y el resquebrajamiento del frío.

La ciénaga postal ante la visita de los merodeadores de arena; vendedores de seguros a ningún riesgo. La muerte como enterramiento intrascendente. Paseos del sueño a casa. Todo el espacio del universo en una cama.

La abstracción como orgasmo en la conciencia. Como el derrame químico de tu compañía. Ictus de palabras. Infartos de pensamiento. El final será el comienzo de tus nuevos poemas.

11.04.08 - Midsommar [Uboa - An Angel Of Great And Terrible Light]


Supongo que aún me cuesta creer que puedan pasarme cosas buenas; sobre todo si no he hecho nada a cambio por ellas. Han sido muchos años labrando mis montañas, con demasiadas pesadillas de los árboles despeñándose como cabras infartadas. Será por ese peso por lo que, aún estando contento, a veces da la sensación de que no esté existiendo de la manera adecuada.

Somos como animales acorralados en pleno campo abierto. Aún no podemos concebir ser tan libres como el viento por la llanura. Tememos a las brisa, como si en vez de alzarnos nos fuera a derribar. Aún está reciente la transición desde la desolación al desasosiego.

Espero tomar el control de mi vida perdiendo el control sobre mi mismo. Y así librarme del peso y la angustia de toda culpa y traición. Me cansa más el miedo que los auténticos terremotos. Es cansado sentir tanto daño para una capacidad de regeneración tan lenta. Admiro mis heridas rezándoles paciencia. Y que me den el poder de transformarme en tormenta. Arrasaré el fuego desde la sangre.