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Mostrando entradas de agosto, 2008

6.47 - Serrín y pintura. Marrón anaranjado.

Y allí estaba yo lijando la estantería. Tras haber sudado hasta la deshidratación poniendo los tornillos que no encajaban y astillando la madera demostrando mi patosidad, finalmente podíamos tumbarnos en el suelo y agitar los brazos sobre el serrín.
Petó peto. Un peto con textura de vaquero se enreda y atrapa todas las virutas de serrín y la nieve sigue rodando por el suelo. Nosotros somos croquetas (marrones y anaranjadas, claro), pero tú tienes un peto precioso que te convierte en el máximo exponente de un cálido hogar naranja y marrón. Ya lo dije, jugaré a limpiarte el serrín del pelo y acabaré dándote un beso abrazándote el peto.
Luego, sacas la pintura y danzamos llenando la habitación de hojas de periódico. Con las Olimpiadas de moda, y en vez de ser delicados cisnes en natación sincronizada o en el ejercicio con pelota o aros, sería mejor unos locos saltinbanquis. Por abarcar muchas modalidades tu serías Yelena Isinbayeva y yo Yago Lamela. (Soy demasiado torpe y con este serrín me pega mejor la arena, imposible ser Gervasio Deferr en suelo). Aunque para dar saltos está la luna, aunque allí el polvo sea gris.
Me imagino también rojo cereza o azul cyan, pero en este sueño nuestras pinceladas serán naranjas, seguro. Agarro el bote de pintura y lo estampo a la pared. Luego salto a frotar mi pecho contra su espesura y pinto con el corazón toda la pared. Tú ries. Debería empujarte contra la pared opuesta y tirarte el otro cubo por la cabeza. Al final metemos las manos en el pringue y con ellas acariciamos y arañamos la pared, sin olvidarnos de las esquinas.
Tu podrás dormir en tu propio cuadro impresionista y yo tener impregnadas las manos con tus sueños nocturnos.

6.43 - Misantropía

La humanidad de Textor Texel es su monstruosidad. Pero a mi lo que me interesa es la sinceridad, el miedo y la ignominia que forma parte de la locura.

La diferencia entre la misandria y la misantropía es que la estupidez femenina es simple, compleja, lamentable y autoalimentada, y la estupidez masculina es menos emotiva, más visceral y menos sentimental. ((Y a parte, que los hombres somos feisimos. ¡Gracias a (¿?) que no todas las mujeres son lesbianas! xD))

El principal motivo de la misantropía es la falta de empatía, que en general está relacionada con la falta de cultura y la apatía. La apatía es como una narcolepsia de la mente: esta deja de funcoionar como debería y la mente se cae al suelo incapaz de sostenerse.

Si ya nuestros genes nos determinan, en mayor o menor proporción, semejantes defectos, ¡como para no temer al 'Homo homini lupus'!
Otras admirables cualidades (la envidia (y los celos), la crueldad, los complejos, la división social...) nos convierten en verdaderos monstruos. Por suerte no todo el panorama es desolador: sabemos que otros animales pueden sufrir ataques de ansiedad y odio tan similares a los nuestros... Pero nosotros, al menos, podemos inventar, crear y ser artistas.

Y es que los animales pueden follarte para combatir su frustración, alimentarse de algo que les matará poco a poco, crecer agotando los recursos de su ecosistema y morir ante la indiferencia de sus semejantes. Pero solo el ser humano puede soñar, inventar, o leer a Nothomb :D.