11.08.04 - Esta mañana me regalaron un bosque [Mabe Fratti - Aire]


Me levanté y era el claro de un bosque. Y sospeché enseguida de los riachuelos y las flores. La paz que me absorbía tenía que provenir de unas manos manchadas por la savia sangrienta creada por unas motosierras. Siempre pasa, que las hierbas más verdes y las aguas más cristalinas se nutren de la destrucción de tus bulldozers.

Pero la verdad es que estaba verdaderamente tranquilo. Mi cerebro se había extasiado con el aire de un valle indómito y unos robles imposibles. Había soñado con un tratado contra la nostalgia, y mi cuerpo había recibido pleno (pero engañado) el albor de este nuevo día. ¿Por qué no ceder ante esa panacea? ¿Qué tenía de malo la inocencia de mi subconsciente? Estoy harto de esta guerra. De que me pese la naturaleza y de vivir en un estado perpetuo de autodefensa. No había olor a quemado en la brisa de regalo. No había bombas cayendo entre el silbido de los pájaros. Tan solo la credulidad de un cerebro embriagado por lo onírico, y que se había pensado que el tratado de paz que me habías brindado en el sueño había sido real. Y la verdad es que así lo parecía. Se sentía mucho más efectivo que cualquier dogma de la psicología moderna. Y como esclavo de la nostalgia, me arrodillaré ante cualquier espejismo que me prometa libertad.

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