8.06.28 (098) - Shred And Transcend

No Age



La nada constante. De la elipse entre los borrachos y los borrachos de la semana que viene no emana más que una nada constante. Se puede mal-llamar rutina pero en realidad sus materiales provienen del hastío y la frustración. La rutina es solo un canal más para su expresión.

La nada constante es esa que se evapora con el contacto de un libro, al abrir un comic, al sumergir al sujeto en una película o al envolver el universo con una canción. Por supuesto se requiere de unos materiales de alta calidad; así que no espere encontrárselos en su cine cada fin de semana.

La nada constante es por tanto pura química; y como otros procesos químicos (véase la oxidación, el envejecimiento o el amor) se puede eliminar. Pero la voluntad del eliminador es caprichosa y a veces no le vale con los anteriores agentes reductores. Y es entonces cuando la persona que no puede sonreír sufre una sobredosis de Nada y se siente desaparecer a si misma; desvaneciéndose de su existencia con su conciencia elevándose en el aire y el arte salvador cayendo en el ostracismo de la apatía. Y es entonces cuando se produce el milagro y de la más absoluta nada se crea un algo. Una lágrima o un grito de rabia.

Pero que nadie se piense que esto es algo triste; porque toda cosa, emoción o concepto tiene su antagonista. Y de la nada constante nace el sinsentido del ser humano: llenarlo todo.

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