11.06.06 - Tutear a Dios [La Estrella De David - Noches de Blanco Satán]


Desde niño, La Belleza fue mi principal manera de conectar con La Realidad. Mis primeros recuerdos, desde los 3 o 4 años, están vinculados tanto a las travesuras como a la obnubilación hacia lo femenino. Pero la pubertad lo cambió todo. Lo físico dejó de ser meramente algo estético para convertirse en algo hormonal y social. Y para mí eso significaba una ofensa hacia una Deidad que representaba toda la poesía que conocía. Nunca supe qué hacer con mi sexualidad, más allá del onanismo estándar. Recuerdo con emoción el culo de Ana en Los amantes del círculo polar, pero ni tuve ni busqué ninguna oportunidad de ser valiente.

Con los años, La Belleza, además de omnipotente, acabó convirtiéndose en intangible. El ostracismo llevó a la culpa y la cobardía al fracaso. Nunca me permití llevar mi adoración demasiado lejos, consciente de lo sumiso que era a ella en mi adolescencia.

Pero ahora he aprendido a tutear a Dios. A ponerme a su altura y a hablar su idioma. Atreverme a tomar posesión del cuerpo, y empezar a superar la derrota y el Midsommar. Y quiero aún más allá. Recuperar también la vulnerabilidad y el éxtasis sagrado de La Belleza. Una forma de aunar el tacto y el culto. Crear la poesía del cuerpo desnudo. No solo un tuteo social, si no también físico y mental. De tú a tú, y de cuerpo a cuerpo.

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