11.03.07 - Heteronormatividad posestructuralista [Tardor - Patraix]


Me he apuntado a un curso de heteronormatividad posestructuralista en una asociación del barrio. Es algo muy de izquierdas, por lo que se toman apuntes en los márgenes de un folio ya usado, se cita a Latinoamérica -aunque solo al Cono Sur, México y Cuba-; y de vez en cuando se escribe en valenciano.

Se aprende el amor como la puntada entre dos cuerpos descosidos y el rasguño de la tela vieja que los visten. El sexo son manchas de vino, quemaduras de cigarrillos olvidados y hogueras en la desembocadura de los ríos. En la segunda clase ya aspiramos a ser el tercero de los hermanos Ferreiro. En la tercera, leemos a Jack Kerouac para follar.

Al final del curso recibimos un correo que sirve como certificado de asistencia. Se nos reconoce la capacidad para hablar de feminismo sin cuestionar ni un ápice las convenciones patriarcales que aún rigen las relaciones afectivas. Así, celebramos el final del curso yendo a una discoteca hipster; donde intentaremos encontrar (obviamente sin buscarlo) una nueva víctima, escogida por motivos "metasarcásticamente" superficiales (esto es que no, pero sí); a la que no nos ataremos ni en cuerpo ni en alma. Gracias a este curso, podremos observar con orgullo cada noche nuestra copia de segunda mano de Rayuela que tan bien decora y protege nuestra mesita de noche del contacto de la responsabilidad, la empatía y los condones usados.

Comentarios