6.79 - Trilogía de la Tortura. 3ª parte: Negro denso y brillante


Confío en que llegue el instante. El mundo, el universo, la realidad entera será capturada por un suceso inevitable. El Sueño eclipsará el mundo. Lo capturará dentro de si mismo y lo amará mientras haya vida que vivir.


Pondré un cartel más, pero esta vez estarás tú cerca y en cuanto me aleje, no podrás resistirte y te acercarás a leerlo. Llevarás una chaqueta negra y un bolso quee cruzará tu cuerpo para colgar junto a tu cintura. No es preciso que empujes ninguna carpeta contra el pecho, pero sabes que en ese preciso instante me encantaría.
Tu expresión siempre es bondad y por ello tu forma de pararte ante el cartel ya será un milagro único: la excepción ante la desdicha universal. Y yo estaré cerca, porque te habré sentido llegar, y disfrutaré de el Espectáculo supremo. La sencillez de Estar. La simplicidad de Ser. El empirismo del Soñar.

Tu pelo largo y oscuro se camuflará con tu chaqueta, y tendré que arriesgarme a exponerme en tu campo de visión para apreciar bien tu rostro. Esa tez clara pero no pálida, esos labios delicados pero apetitosos, esa nariz sencilla pero trascendental, esas cejas sinuosas, las mejillas coloristas, la comisura de los labios palpitante, la barbilla titileante, las orejas camufladas, los dientes esponjosos, los gajos de tus labios, el bosque de tus pestañas, la playa de tu labio superior y las cordilleras hacia tu nariz, el agujero del tapón de tus lagrimales, la pista de aterrizaje en tus sienes, las nubes de la invisibilidad del vello facial, la inteligencia de tu frente, los lunares lunáticos, tu piel superando a la aurora boreal...

No sé de donde sacaré la fuerza para no hundir tu mano en el pelo. Su tentación es irrefrenable, la distancia entre mi mano y tus cabellos es un trampolín y yo solo quiero saltar a la piscina y salpicar, como el viento cuando baila en tu pelo, tu columna vertebral. Que sea un escalofrío lo que aparezca por tu cuerpo y tu espalda, un electroshock placentero que recargue todos tus circuitos. Y que no haya miedo. Por que ya sabes que no hay razón para tener miedo, jamás. Es fundamental la bondad.

Escudriñaré tus gafas hasta llegar al cristal. Y con una fuerza sobrehumana, atravesaré su transparecia para encontrarme con tu corazón. Tu mirada no late, pero brilla. El negro y el blanco que la decoran son la mayor obra de arte minimalista de toda la existencia. Su sencillez, de nuevo, es solo el anuncio de su incomprensible e inabarcable complejidad.

Allá donde tus ojos deciden pararse es el tiempo el que se detiene. Aquello a lo que miras, florece y eclosiona hasta estando muerto; y cuando parpadeas la embolia y la asfixia que sufre todo mi organismo solo cesa cuando tu ojo se vuelve a abrir. Es como si me hubiese atragantado con tanta belleza y me estuviese ahogando el mismísimo concepto de voluptuosidad sin saber si luchar o dejarme asesinar.

Tengo la posición ganada mientras tu mirada no sepa que la he interceptado. No soy una pistola en tu sien, soy la yema de un dedo apartándote los pelos que se teenredan en las patillas de tus gafas y también soy la quietud, obnubilado por tu sola existencia... contigo empiezo a ser... quiero ser un personaje de tus fantasías, deslumbrado por ti... caballero sin espada, corsario hidrofóbico, un fan con una camisa de fuerza, perseguidor desorientado, acosador con permiso, jinete sin caballo, forajido sin maldad, altruista que recibe demasiado de ti, malabarista ciego, corredor sin espacio para frenar, pianista que resbala sobre tus teclas, el brazo manco con el que protejo mis ojos del vendaval de tu belleza, un saltador cojo que trata huir del derrumbe de la lógica de todo universo, el girasol que ama a la luna, la gota de miel que se hunde en la mermelada, el café del insomnio, el bit incongruente de un fichero de 4 gigabytes (la oveja negra que es en realidad el patito feo de la humanidad), el que disparó al cielo y esperó que la bala derrotase a la gravedad, el que quiso dibujar los paises con una regla, el que construyó un edificio sobre una pelota, el que estrujó un huevo y se rompió la mano, el que voló con los pies en el suelo y cambio la órbita del planeta, el daltónico que no podía ver el azúl y soñó con una cabra azul violinista, el artista cuerdo, el loco cobarde, el arriesgado indeciso, el impaciente en la cola de espera del Carpe Diem, el que encendió una bombilla que daba oscuridad para ver todas tus caras, el enamorado que te siente (viva, real, existiendo) por primera vez.

Sé que no tardarás en desafiar mi mirada.
Te dará vergüenza y sé que la retirarás en seguida en cuanto decidas cortarme la respiración, pero yo solo puedo esperar con una sonrisa que decidas intentar matarme para darme la vida.

Cuando admire el eclipse total que tu pupila ejecutará sobre el mundo, entonces, caeré dentro de tu cuerpo y se extinguirá para siempre. No quedarán filofobia ni buenas cosas mal dispuestas. No habrá huracanes ni oscuridad. No existirán infiernos ni psiquiátricos. Se acabará la tortura.

La placenta del alma es la masa de sinceridad, dulzura y bondad que tu preciosa existencia representa con esos ojos negros de mirada densa y brillante...

(La Buena vida - No te he visto nunca)

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Ves? Eso ya es otra cosa. Puedo entender que defiendas que algo te guste mucho, pero no que te niegues en redondo a lo que no conoces :)