8.02.05 (020) - One more time

Daft Punk

Pasé hoy también por esa extraña tienda de la Gran Vía. Extraña ante todo por el mercado que ocupa: es una tienda de tenazas de chimenea. Es increíble que semejante sitio ha resistido ahí durante más de ¿300 años? Tal vez exagere, pero ¿Dónde coño hay hoy en día chimeneas? Y encima que utilicen semejantes tenazas. Quiero decir, que son una preciosidad. No se puede encontrar nada semejante ni en un Ikea ni en Leroy Merlín ni en Tenazódromo, si es que existe algo así. Son todas unas pedantes tenazas con cientos de acabados llenos de detalles, y siempre hay alguna que le guste al comprador. Los que entran a la tienda pensando en comprar una acaban comprando siempre ahí. Y supongo que más de uno que no tiene ni chimenea hasta se compra algunas tenazas, ahí. ¡Yo que se para qué! ¿Para sacar el pollo del horno con ellas? Dios, parece una tienda sacada del Callejón Diagon.

La verdad es que la tienda me la suda (aunque he de decir que gracias a ella es muy fácil localizar a algún japonés en esta ciudad cuando necesito ver a alguno). A mi lo que me preocupa es el dependiente. Bueno, su hijo (intuyo). Su padre, un auténtico luthier de las tenazas para leña, estoy seguro de que le ha enseñado todo, pero yo no acabo de verle contento nunca. Y no es porque no disfrute forjando y adornando tenazas (¡Ay! ¡Y cómo disfruto yo viendo a los japoneses mirándole cuando cierran la tienda a medias y trabajan en alguna tenaza muy cerca del escaparate! . (En la calle hay un chico que mira a unos japoneses que miran a un luthiers de tenazas de leña)); pero yo le veo apagado cada vez que vende una.

Yo creo que está hastiado de vender a sus queridas amadas a snobs sin criterio que las usan para decorar cualquier pared al azar. O tal vez sea por cuando las vende a gente que sí las usa; ya sabéis, a esas parejitas que tienen un chalet o una casa en el campo que SÍ tiene chimenea. Les ve acurrucados bajo una manta usando su tenaza para remover el fuego. Y él se tiene que joder en su puto mundo solitario de hierro, plomo y estaño fundidos. ¡Qué desolación! Yo si fuese él haría tenazas controlables a control remoto o con una IA kamikaze. Una de esas máquinas perversas que saltan al fuego, buscan churruscos de madera aún ardiendo y los lanzan contra el sofá. "¡Cariño, ¿recuerdas cuando te acariciaba el pecho con un cubito de hielo y me ponía que se te erizasen los pezones? ¡Pues ahora tus pezones serán de carbón!" No digo que no esté yo exagerando un poco; pero seguro que algo así desea. Tiene que ser eso.

Creo que el pobre no tiene ni idea de robótica. Una pena.

Comentarios